El glaucoma es un grupo de alteraciones que dañan el nervio óptico, que es el encargado de enviar la señal desde el ojo al cerebro, para poder tener una buena visión. El nervio óptico se va deteriorando poco a poco, este daño generalmente es por el aumento de presión dentro del ojo (hipertensión intraocular), provocado por la acumulación del líquido que corre dentro del ojo (humor acuoso). Cuando hay más producción de líquido y no se drena, aumenta la presión dentro del ojo dañándolo.
El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en México, la principal causa de ceguera de acuerdo con la Secretaría de Salud (SSA). Afecta a 80 millones de personas y la mitad de las que lo padecen, no lo saben, ya que no da síntomas en etapas iniciales.
Factores de riesgo del glaucoma
Principalmente afecta a personas mayores de 60 años, sin embargo, puede aparecer en cualquier edad, aunque es raro que se presente en jóvenes o que sea de origen congénito. El glaucoma de tipo primario de ángulo abierto es el más frecuente en México, con mayor incidencia después de los 40 años.
Tienen mayor riesgo de presentar glaucoma las personas que presentan:
- Hipertensión intraocular (presión alta dentro del ojo).
- Tener miopía elevada (más de seis dioptrías).
- Personas con diabetes.
- Hipertensión arterial sistémica.
- Migrañas.
- Lesiones oculares.
- Aplicación de medicamentos en los ojos con corticoides por mucho tiempo.
- Antecedentes familiares de glaucoma.
Tipos de glaucoma
Los síntomas dependen del tipo y la etapa del daño, así como del tipo de glaucoma.
- Ángulo abierto: al inicio no presenta síntomas, poco a poco aparecen puntos ciegos en la visión lateral o periférica, y posteriormente dificultad en la visión central.
- Ángulo cerrado: visión borrosa, dolor intenso de cabeza y ojos, náusea y vómitos, al ver las luces se ven anillos de colores alrededor y ojos rojos.
- Con presión normal: al inicio no presenta síntomas y poco a poco hay visión borrosa, en etapas avanzadas se pierde la visión lateral o periférica
- Pigmentario: se observan halos alrededor de las luces, al hacer ejercicio se ve borroso, y pérdida gradual de la visión periférica.
Diagnóstico
El diagnóstico lo realiza el médico oftalmólogo con diferentes estudios como:
- Tonometría: mide la presión dentro del ojo.
- Dilatación de las pupilas: es cuando se toman pruebas con imágenes, y se comprueba el daño en el nervio óptico.
- Campos visuales: sirve para detectar dónde existe pérdida de la visión.
- Paquimetría: funciona para medir el espesor de la córnea (estructura transparente que se encuentra en la parte anterior del ojo que permite que la luz entre desde el exterior).
- Gonioscopía: es un examen indoloro para confirmar el estado de una parte de su ojo que se conoce como el ángulo de drenaje que está entre la córnea y el iris.
Prevención
Debido a que en etapas iniciales no se presentan síntomas, es importante acudir a revisión con el médico oftalmólogo una vez al año para diagnóstico y tratamiento oportuno, para que no se presenten daños graves o ceguera; cabe señalar que el tratamiento es de por vida ya que no existe cura para el glaucoma.