La lumbalgia es un síntoma muy común; se presenta dolor en la región baja de la espalda y puede aparecer de manera aguda o crónica, se puede localizar o irradiarse en una o ambas piernas y puede limitar el movimiento o la actividad física.
Es la segunda causa más común de consulta de primer contacto tanto en adultos como en jóvenes, y en adultos mayores se presenta hasta en un 60 % según la Secretaría de Salud.
Cerca del 40 % de las personas entre los 9 y 18 años, informaron haber tenido dolor lumbar, aunque se puede presentar en cualquier persona a cualquier edad, es más frecuente en las mujeres con respecto a los hombres.
Causas de lumbalgia
- Mecánicas: son las más comunes y el dolor está relacionado con músculos o ligamentos, por ejemplo, personas con osteoporosis, personas que sufrieron un accidente, o alteraciones en las vértebras de la columna.
- No mecánicas: son poco frecuentes, ya sea por tumor en la columna, una infección o una enfermedad reumática.
- Crónica (4 semanas o más): es más frecuente en personas activas, comparado con las que no trabajan, sin embargo, los episodios de dolor lumbar (lumbalgia) mejoran de manera significativa después de 6 semanas.
Alrededor del 33 % de las personas que presentaron dolor lumbar, al año de que se recuperaron del episodio presentarán una recurrencia, es decir, las personas que han tenido episodios previos de lumbalgia, tienen mayor riesgo de presentar otro episodio y de igual manera existe evidencia de que son más propensas las personas con otras alteraciones crónicas como el asma, el dolor de cabeza y la diabetes.
La mitad de las personas que presentan lumbalgia generalmente es constante y de intensidad leve, sin embargo, así como se presenta puede desaparecer y no es frecuente; algunos se recuperan y otros en menor proporción persisten a dolor severo. La lumbalgia es una condición que evoluciona de manera variable, de acuerdo a las características físicas o mentales de la persona, la actividad física que se realice, entre otras.
Factores de riesgo
- Edad a partir de los 30 o 40 años.
- Sedentarismo (falta de actividad física), los músculos débiles de la espalda y el abdomen provocan dolor de espalda.
- Sobrepeso u obesidad, es una sobrecarga para la espalda.
- Levantar cosas pesadas sin cuidado o de forma inadecuada.
- Enfermedades como artritis u osteoporosis y en pocos casos cáncer.
- Personas con algún trastorno psicológico como depresión y ansiedad son más propensas a presentar lumbalgia.
- Fumar aumenta el riesgo de osteoporosis, provoca más tos de tipo crónico y esto puede causar dolor en espalda baja.
Recomendaciones
Dormir de lado con una almohada entre las piernas que abarque de la rodilla a los tobillos con la cadera y las rodillas semiflexionadas y otra almohada bajo la cadera.
Si está sentado, permanezca con la espalda derecha apretando el abdomen, apoyando los pies y la cadera al nivel de las rodillas.
Al manejar mantenga las rodillas flexionadas y con el cinturón de seguridad puesto.
En casos de dolor intenso, acostarse boca arriba con las rodillas dobladas y separadas sobre dos almohadas por media hora y si le es posible dormir así, puede también acostarse boca abajo con una almohada en el abdomen y colocarse una bolsa de agua caliente en la espalda.
Prevención
Para evitar dolor de espalda, es importante seguir las siguientes recomendaciones como pararse derecho, no encorvarse, sentarse en sillas con respaldo en región lumbar y si no, poner una toalla enrollada en la zona de la espalda baja, de preferencia con descansabrazos, manteniendo las rodillas y la cadera al mismo nivel.
Realizar actividad física fortalece los músculos de la espalda y el abdomen, asimismo bajar de peso, dejar de fumar y evitar levantar objetos pesados ayudará a evitar un dolor lumbar.
Acude al médico si la lumbalgia continúa después de un par de semanas, es intenso y no mejora con el descanso, se extiende a una o ambas piernas con hormigueo o adormecimiento, presentas debilidad y pérdida de peso sin que se sepa la causa.