Normalmente, cuando hablamos de Inmunidad y COVID-19, no entendemos la complejidad de mutaciones que ha tenido este virus y las complicaciones que ha presentado para nuestro sistema. Es por eso de suma importancia hablar de Inmunidad y el COVID-19, entender como funciona nuestro sistema y como este reacciona ante la presencia de un nuevo virus con severas implicaciones.
El sistema inmune es la barrera de defensa contra las enfermedades y este debe realizar cuatro tareas principales, la primera es el reconocimiento del microorganismo patógeno, en segundo lugar debe contener la enfermedad y de ser posible eliminarla, y tercero debe controlar la respuesta en contra del patógeno, que no sea tan exagerada para no dañarse a sí mismo, además también se encarga de proteger al individuo de las enfermedades recurrentes causadas por los microorganismos previamente conocidos.
Sistema Inmune Innato y Adaptativo
A su vez el sistema inmune se divide en innato y adaptativo (Figura 1). El sistema inmune innato se expresa durante las primeras horas de la infección y aporta la primera línea de defensa contra los microorganismos patógenos, trabaja con los mecanismos de defensa celulares y bioquímicos con los que ya cuenta el cuerpo antes de contraer una infección y siempre están preparados para defender al organismo de cualquier enfermedad, un ejemplo serían los interferones de tipo I y los linfocitos NK.
Por otra parte, se encuentra el sistema inmune adaptativo (Figura 2) que tiene la capacidad de incrementar su defensa cada vez que es expuesto ante un microorganismo patógeno, esta respuesta está mediada por anticuerpos y linfocitos T citotóxicos que incluyen células T CD4+ y células T CD8+. Este tipo de inmunidad se divide en inmunidad humoral e inmunidad celular.
La inmunidad humoral se encarga de tener células presentes en la sangre y mucosas y reciben el nombre de anticuerpos producidos por linfocitos B. La inmunidad humoral es el principal mecanismo de defensa en contra de microbios extracelulares y sus toxinas.
La inmunidad celular es la otra parte de la inmunidad adaptativa, este tipo de inmunidad está mediada por los linfocitos T, estos linfocitos supervisan que las células no presenten microbios intracelulares donde los anticuerpos no tienen alcance y son incapaces de cumplir su función, así que promueven la eliminación o destrucción de los microorganismos patógenos dentro de células infectadas. Por un lado, cuenta con los fagocitos que destruyen exclusivamente a los microorganismos infectantes y, por otro lado, las Células T que destruyen completamente a las células infectadas y así controlan la enfermedad.
Virus y Sistema Inmune
Los virus son microorganismos que están obligados a utilizar el material genético de las células de la persona infectada para poder replicarse, cada vez que se replican van infectando más y más células por métodos de endocitosis. La replicación vírica interrumpe la síntesis de proteínas de las células y así su función, llevándolas a la muerte, que provoca daños como lesión tisular y enfermedad sistémica, logrando así una respuesta inflamatoria tan severa que causa daño en los diferentes tejidos del cuerpo. De esta manera se estimula la respuesta del sistema inmune que trata de frenar y eliminar la infección (Figura 3).
Los virus pueden evadir al sistema inmune de diversas maneras, ya que pueden alterar sus antígenos para no ser reconocidos por los anticuerpos previamente creados por el sistema inmune, otro método es la inhibición de la presentación de antígenos proteínicos citolíticos asociados a la clase I del MHC, y otros virus pueden producir algunas moléculas para inhibir la respuesta del sistema inmune como inactivar a los linfocitos T incompetentes o también pueden atacar infectado a los linfocitos T destruyéndolos.
Actualmente, nuestro sistema de Inmunidad y el COVID-19 enfrentan una lucha histórica, la pandemia que se vive por el virus SARS-CoV-2 requiere de la respuesta del sistema inmune innato y del sistema inmune adaptativo para frenar la enfermedad producida por este virus. Es por eso de suma importancia entender como funciona nuestro sistema de Inmunidad frente al COVID-19. Se tienen avances significativos de hallazgos genéticos recientes, mapas de interacción de proteínas, respaldados por estudios de investigación donde se demuestra la importancia del sistema inmune como la protección principal del huésped ante la COVID-19, destacando que existe la posibilidad de que la protección cruzada contra los coronavirus endémicos ya antes conocidos provoque la evolución de la enfermedad (Figura 4).
¿Por qué es tan grave este nuevo virus?
Se ha descubierto que la infección por SAR-CoV-2 comienza en la mucosa de la nariz con la unión de la proteína espiga del virus y la enzima convertidora de angiotensina (ACE) presente en la superficie de las células epiteliales, así el virus entra a las células para comenzar la infección.
Se ha observado que los niveles de IL-6 están relacionados con la severidad de la enfermedad COVID-19, siendo significativamente más altos en pacientes graves que en pacientes con enfermedad moderada. Además, hay similitudes importantes con el síndrome inflamatorio sistémico causado por linfohistiocitosis hemofagocítica y síndrome de liberación de citoquinas donde los niveles elevados de la IL-6 correlacionan directamente con la gravedad del cuadro clínico.
La gravedad de la enfermedad por SAR-COV-2 está significativamente asociada a la población de edad avanzada, ya que la inmunidad que se tiene puede ser menos eficiente. En comparación con los niños que tienen una respuesta rápida y fuerte contra SARS-CoV-2. Es principalmente en la mucosa nasal donde pueden controlar de manera más eficiente la infección, porque se han encontrado niveles más altos de quimosinas en las secreciones de la nariz, además de que la exposición a otros virus y vacunas de rutina aplicadas en infantes puede tener injerencia, porque los anticuerpos creados debido a este proceso pueden desencadenar una reacción cruzada junto con las células T para mitigar la infección contra SARS-CoV-2.
Gracias a los estudios que se realizaron de manera acelerada en los últimos años por la pandemia existente se ha ampliado el conocimiento del método de infección del virus y de la respuesta por parte del sistema inmune frente al SARS-CoV-2, y se ha logrado el desarrollo de múltiples vacunas que ayudan a mitigar la patogenicidad del virus, disminuyendo así los casos de mortalidad y la gravedad ante las nuevas variantes de SARS-CoV-2.
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