Se estima que 38 millones de personas vivían con el VIH a fines de 2019. El VIH sigue siendo un importante problema de salud pública a nivel mundial, es una de las pandemias más letales que hemos enfrentado, se ha cobrado casi 33 millones de vidas y sigue en aumento el número de contagios. Afortunadamente la infección por el VIH se ha convertido en una enfermedad crónica manejable, esto significa que las personas que tienen VIH, hoy pueden aspirar a tener una buena calidad de vida, siempre y cuando sigan un tratamiento adecuado y chequeos médicos constantes. Uno de los grandes avances que la medicina nos brinda, es el tratamiento PrEP y PEP y en este artículo te vamos a explicar en que consiste este gran avance que está salvando millones de vidas.
El Uso de ARV para la prevención
Existen muchos beneficios de la prevención secundaria del TAR (tratamiento antirretroviral). Varios estudios confirmaron que si una persona VIH-positiva está tomando TAR y es viralmente suprimida, no transmite el VIH a sus parejas sexuales no infectadas. Alcanzar la supresión viral significa que la cantidad de VIH en la sangre es muy baja. Mantener el VIH a este nivel mínimo, le ayuda al paciente a conservar la salud y a disfrutar una vida más larga, reduciendo en gran medida la probabilidad de que transmita el VIH a otros.
La OMS recomendó que todas las personas que viven con el VIH reciban TAR con el objetivo principal de salvar vidas y contribuir a reducir Transmisión del VIH. (OMS, 2019)
¿Qué es la PrEP y PEP?
Tratamiento (PrEP) para la pareja VIH negativa
La PrEP oral, es un tratamiento de prevención que consta en el uso diario de ARV (tratamiento antirretroviral) para personas que no tienen VIH y se utiliza para bloquear la transmisión del virus. Más de 10 estudios controlados aleatorios han demostrado la eficacia de la PrEP para reducir la transmisión del VIH entre una variedad de poblaciones, incluidas las parejas heterosexuales serodiscordantes (donde una pareja está infectada y la otra no), hombres que tienen sexo con hombres, mujeres transgéneros, parejas heterosexuales de riesgo e inclusive personas que utilizan drogas.
La OMS recomienda la PrEP como una opción de prevención para las personas con un riesgo sustancial de infección por el VIH como parte de una combinación de enfoques de prevención. La OMS también ha ampliado estas recomendaciones a las mujeres VIH negativas que están embarazadas o amamantando. (OMS, 2019)
Tratamiento posterior a la exposición para el VIH (PEP)
PEP es el uso de ARV (tratamiento antirretroviral) dentro de las 72 horas posteriores a la exposición al VIH para prevenir la infección. La PEP incluye asesoramiento, atención de primeros auxilios, pruebas de VIH y administración de un ciclo de 28 días de tratamiento antirretroviral con atención de seguimiento.
¿Puedo tomar PEP cada vez que tengo relaciones sexuales sin protección?
PEP es únicamente para situaciones de emergencia. No es la opción correcta para personas que pueden estar expuestas al VIH con frecuencia, por ejemplo, si a menudo tiene relaciones sexuales con una pareja que es VIH positiva, el PrEP sería el tratamiento adecuado en este caso.
¿Qué tan bien funciona la PrEP?
La PrEP es muy efectiva cuando se sigue el tratamiento a diario, sin interrupciones. Reduce un 90 por ciento el riesgo de contraer el VIH. En las personas que se inyectan drogas, reduce el riesgo de VIH en un 70 por ciento. La PrEP es mucho menos efectiva si la toma de manera inconsistente. Es de suma importancia mencionar que la PrEP no protege contra otras enfermedades de transmisión sexual (ETS) por lo que siempre se debe usar condón en las relaciones sexuales.
La OMS recomienda hacerse una prueba de VIH cada 3 meses mientras se toma PrEP, por lo que debe tener visitas de seguimiento periódicas con su profesional de la salud. Si tiene problemas para tomar PrEP, hable con su proveedor de atención médica. (OMS, 2019)