Con más de 550.000 casos confirmados en el mundo y al menos 25.000 muertes, el brote de COVID-19 declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud el pasado 11 de marzo, desató una crisis global, poniendo un nuevo reto a los sistemas de salud y a la sociedad.
Sin embargo, la historia puede ayudar a poner en perspectiva lo que está sucediendo. A pesar de la gravedad que representa este nuevo brote COVID-19, aún está lejos de los más letales de la historia. A continuación, un repaso por las pandemias más significativas de las que hay registro:
Número 5
VIH/SIDA
Año – 1981
25 a 35 millones de muertes
Desde 1981 cuando fueron identificadas algunas manifestaciones del cuadro conocido actualmente como síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), han muerto alrededor del mundo varios millones de personas. La mayor parte de las víctimas corresponde a África subsahariana, que concentra alrededor de dos tercios de los seropositivos al VIH en el planeta.
Número 4
Plaga de Justiniano
Año – 541
30 a 50 millones de muertes
La mortalidad de esta plaga está en discusión, pero algunos historiadores creen que contribuyó a la caída del imperio romano. Su nombre, hace referencia al emperador romano Justiniano I, que regía entonces el Imperio bizantino. El impacto sociocultural de la plaga ha sido comparado al de la muerte negra, atacando Asia, África y Europa.
Número 3
Gripe Española
Año – 1918
40 a 50 millones de muertes
En plena Primera Guerra Mundial, millones de personas murieron como consecuencia de una gripe que se extendió por todo el mundo. Tras registrarse los primeros casos en Europa la gripe pasó a España. Un país neutral en la I Guerra Mundial que no censuró la publicación de los informes sobre la enfermedad y sus consecuencias a diferencia de los otros países centrados en el conflicto bélico.
Número 2
Viruela
Año – 1520
56 millones de muertes
La viruela es una enfermedad muy contagiosa y es una de las enfermedades más mortales que conoce el ser humano. La viruela por incidencia natural se erradicó en todo el mundo en 1980, como resultado de una campaña de vacunación a nivel global sin precedentes.
Número 1
La peste negra, la epidemia más mortífera
Peste Negra o bubónica
Año – 1347
200 millones de muertes
Una enfermedad terrible y desconocida se propagó por Europa, y en pocos años sembró la muerte y la destrucción por todo el continente La peste era, pues, una zoonosis, una enfermedad que pasa de los animales a los seres humanos. El contagio era fácil porque ratas y humanos estaban presentes en graneros, molinos y casas, lugares en donde se almacenaba o se transformaba el grano del que se alimentan estos roedores, circulaban por los mismos caminos y se trasladaban con los mismos medios, como los barcos.
La bacteria rondaba los hogares durante un período de entre 16 y 23 días antes de que se manifestaran los primeros síntomas de la enfermedad. La enfermedad se manifestaba en las ingles, axilas o cuello, con la inflamación de alguno de los nódulos del sistema linfático acompañada de supuraciones y fiebres altas que provocaban en los enfermos escalofríos, rampas y delirio; el ganglio linfático inflamado recibía el nombre de bubón o carbunco, de donde proviene el término «peste bubónica».
Es importante recordar que hemos salido victoriosos en el pasado, ya hemos superado situaciones similares y en peores escenarios. No debemos caer en pánico ni estar alarmando a nuestros cercanos, con desinformación o noticias amarillistas.
Debemos acatar las medidas sanitarias y de aislamiento. Ser solidarios con los grupos más vulnerables y ser más empáticos con el personal médico-hospitalario.
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