La poliomielitis, o también llamada polio, es una infección causada por un virus que invade el sistema nervioso, es altamente contagiosa y en su forma más grave puede provocar parálisis, dificultad para respirar e incluso la muerte. La mayoría de los casos no produce síntomas, pero 10 de cada 100 personas infectadas con el virus pueden presentar síntomas similares a la gripe y en raros casos se produce parálisis permanente en las piernas y brazos.
¿Cómo se transmite la poliomielitis?
La poliomielitis afecta principalmente a los niños menores de 5 años, pero cualquier persona, sin importar la edad, puede contraer el virus si no está vacunada contra la enfermedad.
Generalmente, se transmite de persona a persona, entra al organismo a través de la boca y se propaga por contacto con las heces, por gotitas al estornudar o la tos y aunque esto es menos común, puede contaminar los alimentos y el agua que se encuentre en condiciones insalubres.
La persona infectada o enferma puede transmitir el virus desde el inicio de los síntomas y hasta dos semanas después de adquirir la enfermedad, incluso el virus puede vivir varias semanas en los intestinos, aunque no presente síntomas.
Sintomatología
Las personas contagiadas con la enfermedad de la polio, presentan síntomas similares a los de una gripe, suelen durar hasta 10 días y pueden ser:
- Fiebre
- Dolor de cabeza y garganta
- Vómito
- Cansancio
Además de los síntomas mencionados anteriormente, también se puede presentar dolor o rigidez de cuello, espalda, en los brazos o en las piernas y aumento de la sensibilidad en los músculos; a la semana se pierden los reflejos, hay debilidad o dolor muscular intenso y extremidades sin fuerza. La disminución de la fuerza progresa inmediatamente hasta la parálisis siendo diferente entre los miembros afectados.
Los pacientes que presentaron poliomielitis con parálisis, pueden desarrollar un conjunto de signos y síntomas décadas después, a esto se le llama síndrome pospoliomielítico. Se presenta como cansancio extremo (fatiga), debilidad o dolor que va progresando en músculos y articulaciones, los músculos se van haciendo pequeños (atrofia), problemas para tragar alimentos y al respirar, incluso trastornos del sueño relacionados con la respiración (apnea del sueño).
Prevención
En la actualidad no existe tratamiento y no hay manera de evitar la progresión de la enfermedad hasta la parálisis, por ello es importante hacer hincapié en la vacunación en niños, adolescentes y adultos, ya que la mejor manera de prevenir la poliomielitis es la vacunación.
Dentro de la vacuna pentavalente acelular se encuentra la protección para la poliomielitis, que se aplica a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad y el refuerzo de polio oral de los 6 a los 59 meses en la 1ª y 2ª semanas nacionales de salud.
Referencias bibliográficas:
CDC. (2022, agosto 22). ¿Qué es la poliomielitis? Centers for Disease Control and Prevention. https://www.cdc.gov/polio/es/que-es-polio/index.htm
Poliomielitis. (s/f). Paho.org. Recuperado el 24 de octubre de 2022, de https://www.paho.org/es/temas/poliomielitis
de Salud, S. (s/f). Esquema de Vacunación. gob.mx. Recuperado el 24 de octubre de 2022, de https://www.gob.mx/salud/articulos/esquema-de-vacunacion