La gran mayoría de las personas sabe que tener buena higiene personal trae beneficios a corto y largo plazo. ¿Pero realmente entendemos la correlación que existe entre la salud y los buenos hábitos de higiene?
La salud se considera un estado de bienestar cuando existe un correcto balance entre los factores biológicos, emocionales y sociales, no es solamente cuando una persona no tiene enfermedades o afecciones.
La higiene personal es una pieza fundamental para que una persona tenga una buena calidad de vida. El término higiene en un contexto médico está relacionado con la conservación de la salud. Por eso en esta ocasión queremos explicar la relación directa que hay entre la salud y el tener una buena higiene personal.
Existen hábitos que son necesarios durante toda la vida y otras dependen de nuestra edad y sexo.
La higiene personal en la infancia
En la etapa de la infancia es indispensable que el niño se lleve a revisiones periódicas de peso, talla y agudeza auditiva desde el nacimiento. A partir de los 2 años se recomienda hacer revisiones periódicas (mínimo una vez al año) de la vista y de los dientes.
Es necesario que los niños aprendan buenos hábitos de higiene, tanto en la casa como en la escuela. Los papás son responsables de enseñar con el ejemplo para qué los niños puedan entender la importancia de estos hábitos y los puedan seguir en su vida adulta. Los niños que tienen buenos hábitos de higiene evitan padecer muchas enfermedades en muchos casos y se fomenta el bienestar integral del niño, así como sus relaciones interpersonales (la buena higiene ayuda a que el niño se relacione mejor con los demás).
La nutrición es fundamental para el cuidado de la salud y en la infancia los niños no son capaces de asimilar la importancia de esta área para su cuidado futuro, por eso deben ser instruidos.
Algunas de las principales recomendaciones de higiene personal para la infancia son las siguientes:
- Tener sus propios artículos de aseo personal: este es el primer paso para que los niños entiendan que la higiene es personal y no deben compartir estos artículos con nadie. Se recomienda que cada niño tenga su propio cepillo y pasta de dientes, peine, jabón y toallas.
- Lavarse las manos y las uñas: las manos son uno de los vehículos más importantes para la transmisión de muchas infecciones, no solamente del Covid-19. Debemos de estar atentos como papás y maestros, que los niños siempre tengan las manos y uñas limpias y enseñarles a lavarlas correctamente con jabón y agua. Principalmente antes de comer, después de tocar animales y antes y después de ir al baño.
- Bañarse diario: debemos hacer que la hora del baño sea divertida para que no se vuelva difícil crear una rutina. Se les debe enseñar cómo lavarse bien cada parte de su cuerpo en especial las partes íntimas como genitales y ano. Los niños irán adquiriendo autonomía a medida que vayan creciendo. Es preferible establecer un horario y que el baño sea por la noche después de la cena, para que se acuesten limpios en sus camas.
- Limpiar correctamente los pies: los niños pasan mucho tiempo descalzos y después encierran sus pies sucios en los zapatos. Por esta razón se incrementan las probabilidades de que padezcan de gérmenes y hongos. Por esta razón se recomienda utilizar toallas desinfectantes y limpiar los pies del niño después de que juegue en algún área descalzo. Es esencial que les enseñemos la importancia de secarlos correctamente ya sea después de bañarse o haberse mojado. Con la humedad proliferan los microorganismos.
- Higiene del pelo: Se debe enseñar a los niños a lavarse correctamente el cabello y enjuagarlo para evitar que les queden restos de jabón, no es necesario lavarse el cabello todos los días, pero sí llevarlo aseado. Se debe instruir a los niños a cepillarse el cabello todos los días y a peinarlo.
- Higiene de las orejas y oídos: nunca y por ninguna circunstancia debemos introducir hisopos o palillos con un algodón en la punta (Q-tip) en el oído. La manera correcta de mantener aseada esta parte del cuerpo es después del baño, limpiar las orejas por detrás y entre los pliegues con una toalla.
- Higiene de la nariz: la nariz siempre va a producir mucosidad, es un mecanismo de defensa, pero para eliminar el exceso de moco, debemos enseñarles a los niños a sonarse correctamente la nariz, siempre deben hacerlo con pañuelos limpios y no meterse por ningún motivo los dedos y menos con las manos sucias.
- Cortarse las uñas de manos y pies: los niños deben mantener sus uñas cortas, las uñas largas propician que haya más espacio para la acumulación de bacterias, al igual que en los pies. En especial las uñas de las manos que van con mayor frecuencia a los ojos y a la boca.
- Cepillarse los dientes, encías y lengua después de comer: el cepillado de dientes, encías y lengua, es un hábito de higiene fundamental, los niños deben entender que esto evita que les salgan caries, posibles enfermedades y mal aliento. Desde el año y medio, se les debe enseñar a maniobrar el cepillo sin pasta y a partir de los dos años empezar a utilizar una pasta para niños. El cepillado más importante del día, es antes de dormir, ya que durante el sueño la proliferación de bacterias es mayor. Los dentistas recomiendan que el cepillado de dientes, encías y lengua, dure alrededor de 10 minutos.
Higiene personal en la adolescencia
En la etapa de la adolescencia empiezan muchos cambios hormonales y comienzan a manifestarse varios problemas dentales y visuales que requieren manejo médico.
La sexualidad adquiere un rol importante en nuestra forma de socializar y en la etapa de la adolescencia comienzan estas inquietudes y deseos biológicos por tener sexo, por ello debe de ser encaminada el adolescente, dentro del concepto de “sexualidad responsable” y así evitar posibles enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
En la adolescencia puede presentarse una falta de interés por los hábitos de higiene, pero es necesario que los adolescentes los practiquen, para que logren a convertirse en adultos sanos e independientes, es importante que ayuden en las tareas domésticas del hogar así como en mantener su cuarto y espacios personales limpios.
Se deben practicar todos las recomendaciones ya mencionadas, pero también debemos entender que es una etapa diferente a la niñez y deben sumarse otros hábitos de higiene personal:
- Usar hilo dental mínimo una vez al día
- Afeitarse regularmente
- Incluir productos de higiene personal como desodorantes, limpiadores faciales para el acné, lociones corporales etc.
- Usar ropa y calzado limpios y cambiarse la ropa interior todos los días
- En caso de usar aparatos ortopédicos, seguir las recomendaciones
- Hacer ejercicio regularmente
- Siempre usar protección cuando se practiquen relaciones sexuales
Como ya lo mencionamos los buenos hábitos de higiene personal están directamente relacionados con la prevención de enfermedades. Por otra parte, los malos hábitos de higiene personal pueden provocar efectos secundarios que no afectan directamente la salud de la persona pero si su desarrollo personal, como el mal olor corporal, el mal aliento y la piel grasosa.
También estos malos hábitos de higiene pueden conducir a problemas más serios o incluso graves para tu salud, por eso te invitamos a que practiques buenos hábitos de higiene personal y enseñes con el ejemplo a los niños y adolescentes.