Se han documentado diversas variantes del virus que causa COVID-19 en todo el mundo durante la pandemia. Esto es de suma importancia y es por eso que en este artículo te hablaremos acerca de una de las variantes más mortales y agresivas de la COVID-19, la variante DELTA.
Más de 4 millones de personas han fallecido y aproximadamente más de 200 millones de contagios desde que inició la pandemia. (Google News, agosto 2021)
Hoy es una realidad que los programas de vacunación a nivel mundial son indispensables para frenar las olas de contagios y muertes provocadas por el SARS-CoV-2 (el virus que causa COVID-19). Esto ha sido reiterado por diferentes instituciones como la OMS (Organización mundial de la salud), la OPS (Organización Panamericana de la Salud), la agencia europea de medicamentos y el centro europeo para la prevención y control de enfermedades, todos concuerdan en que la vacunación sigue siendo una de las mejores medidas de protección contra la COVID-19 y sus variantes.
¿Por qué los virus mutan?
Los virus cambian constantemente a través de la mutación, estos cambios son al azar y hacen que la secuencia o la composición general del virus cambie. Es de vital importancia monitorear estos cambios, para aprender cómo esos cambios en el virus pueden afectar la forma en que se propaga y cómo las personas enfermas se contagiaran; ya que las pequeñas diferencias o variantes permiten que el virus se propague más fácilmente o lo hacen resistente a tratamientos o vacunas.
En el caso de la variante delta, se han observado cargas virales que son 1200 veces más altas en los pacientes recién infectados en comparación con la cepa de coronavirus original, esto lamentablemente significa que la variante delta se puede propagar igual de fácil que la varicela.
Los estudios del Reino Unido también han demostrado que esta mutación del virus, es más resistente a las vacunas a diferencia de la variante alfa que surgió en Inglaterra a finales de 2020.
¿Qué variantes tiene la Covid-19?
Un Grupo Interagencial (SIG) del SARS-CoV-2 del gobierno de EE. UU. elaboró un esquema de clasificación de variantes para el del SARS-CoV-2:
- Variante de interés
- Variante de preocupación
- Variante de alta consecuencia
Las variantes Alpha, Beta, Delta y Gamma que circulan en los Estados Unidos se catalogan como variantes preocupantes. Una variante preocupante es en la que existe evidencia de:
- Un aumento en la transmisión (es más contagiosa).
- Produce una enfermedad más severa con aumento de hospitalizaciones o muertes.
- Efectividad reducida de tratamientos o vacunas.
- Fallas en la detección del diagnóstico.
¿La variante Delta?
En diciembre del 2020 se identificó por primera vez en la India y no fue hasta marzo del 2021 que esta variante apareció en los Estados Unidos. Esta variante se está propagando rápidamente, principalmente en Europa, lo cual representa un riesgo alarmante para los programas de vacunación y contención de la pandemia.
La variante Delta es más contagiosa, la evidencia señala que entre un 40% y un 60% más que la variante Alpha, es importante mencionar que la variante Alpha fue la primera variante importante de preocupación en la Unión Europea, además, la variante Delta está siendo relacionado con un mayor riesgo de hospitalización.
A nivel mundial es esencial acelerar los programas de vacunación, incluida la administración de segundas dosis cuando se recomiende, y cerrar las brechas de inmunidad y las oportunidades para una mayor aparición de variantes, lo antes posible. Para que lo entendamos mejor, mientras más tiempo pase y las personas se sigan enfermando, existe la posibilidad de que surjan más variantes y por lo tanto más personas mueran y menos eficientes sean los programas de vacunación.
El ECDC (centro europeo para la prevención y control de enfermedades) calcula que, para finales de agosto, el 90% de todos los virus del SARS-CoV-2 que circulan en la Unión Europea serán de la variante Delta.
En resumen, mostraron que la variante Delta se encontró principalmente en grupos más jóvenes y el riesgo de ingreso hospitalario por COVID-19 se duplicó en aquellos con variante Delta en comparación con la variante Alpha, con un riesgo de ingreso particularmente mayor en aquellos con cinco o más comorbilidades relevantes.
En este estudio tanto las vacunas Oxford-AstraZeneca como Pfizer-BioNTech COVID-19 fueron efectivas para reducir el riesgo de infección por SARS-CoV-2 y hospitalización por COVID-19 en personas con Delta.
Otras medidas de protección son el uso de mascarillas y el distanciamiento social. Estos deberán mantenerse a un nivel suficiente para contener la transmisión comunitaria de la variante Delta hasta que más poblaciones estén completamente vacunadas. Solo así podremos evitar un resurgimiento de casos con aumento en los pacientes hospitalizados y aumento de los fallecimientos por Covid-19.
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