Comienza enero y muchas personas empiezan la carrera contra los kilos de más, particularmente ganados en las fechas decembrinas. Y aunque es una gran idea tomar el comienzo de cada año para mejorar y tener mejores hábitos alimenticios, se debe hacer siempre con la guía de un experto en nutrición. Lamentablemente la mayoría de las personas recurre a métodos no saludables y se someten a dietas restrictivas que prometen una baja de peso rápida y eficiente. Sin embargo, estas dietas, además de no ser la solución para adelgazar a largo plazo, pueden convertirse en un peligro severo para la salud.
De acuerdo con la OMS, las dietas restrictivas son un importante factor de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas como las cardiovasculares, cáncer o diabetes. Las recomendaciones, tanto poblacionales como individuales, son: lograr un equilibrio entre las calorías que se consumen y las que se gastan, así como incluir a todos los grupos alimenticios en una dieta balanceada, buscando mantener un peso saludable (OMS,2013). Las dietas restrictivas o dietas milagros no cumplen con estos estándares.
¿Qué son las dietas restrictivas?
Las dietas restrictivas crearon una fórmula a base de eliminar determinados grupos de alimentos de nuestra dieta habitual, con el objetivo de perder peso. La realidad es que este tipo de dietas no funcionan, porque, aunque se logre “la pérdida de peso”, esto no es sostenible y tiene implicaciones graves para la salud, como el famoso factor rebote, este efecto se da cuando el paciente deja de estar en la dieta restrictiva y comienza a ingerir todos los grupos alimenticios. Provocando una recuperación del peso perdido a la misma velocidad que lo bajó e inclusive, llegando a un peso aún más elevado del que tenía antes de la dieta restrictiva, trayendo consecuencias anímicas y psicológicas.
Otras dietas milagro apuestan por el ayuno, en donde la persona solo come ciertas porciones y alimentos durante un periodo de tiempo, para después realizar un ayuno prolongado. En otras, se promueve la ingesta de cierto número de calorías, en estas dietas no importa el tipo de alimentos que consumas, sean sanos o no, siempre y cuando respetes el límite calórico.
Este tipo de dietas se alejan del modelo de comida equilibrada, introduciendo una alimentación desequilibrada que perjudica a la persona que la sigue y es incompatible con unos hábitos alimentarios racionales.
Lamentablemente todas estas dietas son exitosas y muy utilizadas, porque la mayoría de la población, asombrosamente, no emplea medidas para beneficiar su salud, sino que buscan una mejor imagen, de tal forma que cuando llega el verano desencadenan una obsesión por tener un cuerpo delgado y definido, o bajar la talla de cintura a cualquier costo. La “operación biquini” y el afán por compensar rápidamente, en unos días o semanas, los errores de meses o años, hace que las personas se obsesionen por cumplir un plan de pérdida rápida de peso sin control y sin supervisión médica, confiando en el exceso de información que hay en internet o dietas recomendadas por algún familiar, amistad o conocido, en su mayoría sin fundamento, sin garantizar la pérdida de peso ni los beneficios para su salud.
Principales Riesgos para la salud
Son muchos los factores de riesgo cuando se hace una dieta restrictiva, en muchas de estas dietas, la pérdida de peso de debe a una pérdida de líquidos (agua) y no de grasa, como muchas veces se supone, sin embargo, esta práctica supone un riesgo de deshidratación e incrementa el riesgo de sufrir problemas renales y cardiovasculares. También la deshidratación genera una fatiga crónica, lo cual provoca una pérdida importante en el rendimiento del organismo. Esta fatiga se ve incrementada por la falta de nutrientes y por el intento del cuerpo de consumir la mínima energía posible, también a consecuencia de la fatiga y la deshidratación, vienen los cambios de humor, donde las personas se sienten irascibles y abatidos, así como los problemas para conciliar el sueño.
Cuando se hace una dieta restrictiva se suele perder mucha masa muscular, lo que significa que nuestros músculos se debilitan y aumenta el riesgo de sufrir lesiones musculares. El debilitamiento en los huesos es otra consecuencia desencadenada por la falta de nutrientes, produciendo debilidad ósea y favoreciendo la aparición de fracturas.
La mejor manera de perder peso de forma segura y saludable es ponernos en manos de un nutriólogo o bariatra que nos ayude a llevar una alimentación o tratamiento, saludable y equilibrado, acompañado de actividad física y de ser necesario también complementarlo con apoyo emocional (psicólogo).
Referencias:
Fundación Española del Corazón. (2018, 21 junio). Adelgazar más de 1 kilo por semana puede perjudicar la salud de nuestro corazón. https://fundaciondelcorazon.com/prensa/notas-de-prensa/2224-adelgazar-mas-de-1kg-por-semana-puede-perjudicar-la-salud-de-nuestro-corazon.html
World Health Organization. (2017, 3 agosto). Dieta. Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/topics/diet/es/
Carbonell, J. (2019, 20 mayo). Bajar rápido de peso: el peligro de las dietas… Síndrome Adicciones. https://www.sindrome-adicciones.es/blog/problemas-psicologicos/bajar-rapido-de-peso-el-peligro-de-las-dietas-restrictivas/